Nunca oigo la palabra escape
Sin que se me acelere la sangre,
Una repentina expectativa,
¡Una sensación de vuelo!
Nunca oigo de una prisión poderosa
Derribada por soldados
Sin aferrarme puerilmente a los barrotes
¡Solo para volver a fracasar!
EMILY DICKINSON
Traducción de Rolando Costa
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